Dice O`Sensei:

“El último objetivo del arte del Karate no reside en la victoria o en la derrota, sino en el perfeccionamiento del carácter de sus participantes…”… Agrega …”El penetrar en lo antiguo es comprender lo nuevo, lo viejo y lo nuevo es sólo cuestión de tiempo. En todos los casos el hombre debe tener una mentalidad clara.
Esta es la VÍA, ¿quién la seguirá de forma correcta….?”. Termina diciendo el Maestro Funakoshi.

Cada alumno seguidor del DO, es permanentemente evaluado, y también se autoevalua en busca del perfeccionamiento de su carácter.
Por tanto somos todos eternos alumnos, donde el discípulo aprende del maestro y el maestro aprende del discípulo. Tenemos la historia del gran maestro de Bojitsu, Sueyoshi San y los maestros Azato e Itosu, que nunca le habían alabado siquiera un Kata ejecutado por su alumno Funakoshi San, sin embargo, un día le felicitan por saber resolver una situación de enfrentamiento, donde él se desprende de lo único que llevaba consigo para ofrecerlo en el altar de su suegro (Manju), entregándolos a unos bandidos…..Y entonces el maestro Azato sonriendo pregunta a su discípulo Funakoshi, ..”si ya no tenías manju, ¿qué ofreciste en el altar de tu suegro.?”. “como no tenía nada”, contestó.., “ofrecí una sincera Oración…”.
“¡Ah, bien!”, exclamó Azato. “Bien hecho, de verdad. Ese es el verdadero espíritu de Karate. Ahora estás empezando a comprender su significado” (Extraído del libro, “Karate – Do, Mi Camino”).